Despertar con vistas al Tejo

Disfrutamos de espaciosas habitaciones con vistas impresionantes al río. El desayuno era variado y delicioso, con opciones para todos los gustos. El personal siempre mostraba una sonrisa y estaba dispuesto a ayudar.

Sin embargo, la señalización para algunas áreas clave podría mejorar, y experimentamos algunos inconvenientes menores, como el funcionamiento de las cortinas que requería atención. notamos que el spa podría beneficiarse de un mejor mantenimiento.

Atención del personal increíblemente buena.

Recomendaría a todos este lugar para una escala de fin de semana,

Maravillosa habitación, maravillosa vista, el desayuno fue increíblemente variado y disfruté de la piscina en la azotea con una vista espectacular, además, la ubicación permite explorar Belem, ya que está a solo 10 minutos en coche de un lugar lleno de historia.

No veo ningún aspecto negativo que mencionar.

exploraciones perfectas desde un sitio impresionante en belem

Este hotel me encantó por su cercanía al Museo de Arte Popular, a solo 300 metros, y por lo fácil que era caminar hasta la Torre de Belém, que está a menos de cinco minutos a pie, lo que hizo que mis paseos por la ciudad fueran aún más agradables, además, las habitaciones son amplias y modernas, lo que realza aún más la experiencia. Sin embargo, el tiempo que pasé en la ciudad fue corto, ya que quería disfrutar más del hotel.

La vista al río desde nuestra habitación fue simplemente maravillosa! La piscina en la azotea fue un gran atractivo para relajarnos. Un detalle, el mantenimiento necesita mejorar un poco. Pero sin duda volveremos! 🌊

el altis belem es brutal, la habitación era enorme y tenía una terraza con vistas al río tejo, súper chill. la piscina del spa es genial para relajarse después de un día de turismo. el desayuno era variado y el mural de un guacamayo en la habitación le daba un toque especial. el personal siempre fue muy amable y dispuesto a ayudar, se notaba el buen rollo.

a veces el trato del personal fue un poco frío y distante, lo cual fue una decepción en un hotel así.

Las áreas comunes son amplias y el diseño contemporáneo me encantó. la decoración con mármol blanco y granito negro brinda una sensación de lujo, además la accesibilidad es excelente, facilitando los desplazamientos dentro del hotel.

Mejorar la señalización para ubicaciones clave.

La habitación era espaciosa y minimalista, con una vista al río que me dejó sorprendido. La cama era súper cómoda, ideal para descansar después de un día explorando. me gustaron los detalles de la decoración que reflejan un estilo moderno y portugués. Todo muy limpio, lo cual siempre es un plus. Sin embargo, el trato del personal fue un poco frío en algunos momentos, lo que me sorprendió en un hotel de esta categoría.

La habitación era amplia y moderna, con terraza y vistas al Tejo. Disfruté mucho de la piscina del spa y su diseño exclusivo. Un lujo total.

Pero vamos, que la piscina del ático se parece más a un lavabo gigante que a otra cosa.

no puedo esperar a volver

La habitación era súper amplia, moderna y tenía una terraza con vista al río Tejo. La piscina del spa fue genial para relajarse. Además, el desayuno era variado y había un mural fabuloso de un guacamayo. El personal encantador siempre estaba dispuesto a ayudar, incluso prepararon un ramo de rosas para mi esposo. Volvimos muy contentos.

Disfruté de una vista espectacular del muelle desde mi habitación. La piscina en la azotea era impresionante. La comida en el brunch fue realmente deliciosa. El personal siempre estuvo atento y profesional. ¡Volveré sin duda!

Nuestra experiencia con amigos fue genial. El ambiente y la música en el bar hicieron que cada noche fuera única. La cercanía a la Torre de Belém y la posibilidad de relajarte en la zona del spa, que abre todos los días de 11:00 a 22:30, es perfecto para disfrutar y explorar. Sin duda, un lugar ideal para descansar y descubrir.

Sin embargo, el trato del personal a veces fue un poco frío, lo que no esperábamos en un hotel de esta categoría.

Recomendado para quienes buscan tranquilidad

La experiencia fue increíble, desde que llegamos, ya el personal nos hizo sentir como en casa, muy amables y serviciales. Además, disfrutamos del spa al atardecer, mirando el río y el sol caer, fue como un sueño.

No fue barato, pero aún así mereció la pena.